Acudir a la feria de motos clásicas de Sils me ha dejado un buen sabor de boca, porque este evento al aire libre, tiene unas características que lo hacen único por varias razones, el marco polvoriento de los alrededores de la vieja estación, le da un toque añejo, un 70% de la feria está dedicado a la moto clásica, la presencia de expositores franceses nos hace sentir el ambiente de ferias celebradas fuera de nuestras fronteras y normalmente el buen tiempo suele acompañar
Este año he disfrutado especialmente de los encuentros con amigos como Tomeu, que normalmente sólo veo en las ferias, y gente desconocida que te aborda para hablarte de aquel artículo de las Metrallas GTS, por llevar puesta la camiseta del club Los Zorrones, además del inevitable y sabroso bocata de butifarra. Rebuscando en Sils, siempre puedes encontrar piezas usadas a buen precio, antigüedades que nada tienen que ver con las motos, muchos juguetes, gomas y piezas refabricadas para completar esa restauración que nunca terminas, motos únicas solo para admirarlas y muchas motos de oferta. La gente se animaba a comprar y tengo la sensación y quiero pensar, que algunos recambistas de siempre, están ajustando a la baja sus precios, aunque también los hay que es mejor no preguntar para evitar disgustos. Como ejemplo de los primeros, mi amigo Carlos consiguió un carburador Amal GP de cuba separada a un precio excepcional, Rubén compró a un francés una horquilla para fabricarse artesanalmente una Giffon de carreras y yo un montón de pegatinas originales de Montesa a muy buen precio. También regateando y bromeando, estuvimos a punto de llevarnos una preciosa Brough Superior, pero por 500 euros no llegamos a un acuerdo con el vendedor.
Además fuimos testigos de una práctica habitual fuera de nuestras fronteras que nos sorprendió a todos, consiste en colocarte un cartel a la espalda con la pieza o moto que estás buscando para que todo el mundo lo sepa, pero esta vez el mensaje era algo confuso, por no dominar el idioma supongo. Estoy seguro que todo aficionado que conoce la feria de Sils o acude por primera vez, repite. Es un evento muy recomendable, y además tienes la oportunidad de visitar la colección de automóviles clásicos de Salvador Claret. Yo me hice más de 1000 Kilómetros desde Logroño para verla, es la quinta vez que la visito y no me arrepiento.
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