A la luz de la luna llena… cuando el jazmín embriaga de perfumes las carreteras mediterráneas; el sonido de los viejos motores convierte su ronroneo en agradable música de relax. A la luz de la luna llena… cuando surcas en penumbra un profundo Valle, tus pensamientos se enajenan de tu cuerpo y te invade un bonito sopor… un sueño acaramelado que emborracha tus sentidos. A la luz de la luna llena… existe un mundo de fantasía que todos los retromoteros deberían conocer.
Son… especiales. Las rutas nocturnas que los socios de la Asociación de Motocicletas Clásicas de Valencia venimos celebrando desde hace ya cinco años, encierran un carisma que… es difícil que una ruta diurna alcance. Viajar de noche encierra misterio… novedad… emoción…, sensaciones que son difícilmente controlables y que a su vez, son acrecentadas por la intensidad que aporta la sensación de que lo estás haciendo apiñado con tus amigos a lomos de una vieja motocicleta.
Para la presente edición, nos dimos cita en la puerta del Palacio de Congresos de Valencia a las siete de la tarde del pasado Viernes 12 de Junio. Congregados he inscritos, dimos comienzo a la ruta en dirección a Bétera, para lo que cruzamos los términos de las poblaciones de Burjasot y Paterna. Una vez que accedimos a dicha localidad, tomamos la carretera que llega al Monasterio de Porta Celi. Quizás recordéis este nombre por que hace unos años, por estas carreteras sufrimos la mayor hecatombe de nuestra asociación, cuando en el transcurso de una ruta nocturna, las motos se rompían de tres en tres y la mayoría de la gente se perdía en los cruces… incluso uno perdió a su amada esposa por dejarla en un cruce para ir a avisar al coche escoba y después no saber regresar a ese lugar (lo que nos hemos reído recordando aquel año). Sin embargo este año todo fue a la perfección, sin averías ni percances. Paco Román cual lazarillo protector, nos condujo prudentemente hasta el alto del monte Oronet, dentro de la Sierra Calderona.
En ese lugar fue cuando este servidor tomó el mando del pelotón, pues nos adentrábamos en el territorio de mis dominios: La Comarca del Camp de Morvedre (Saguto). Siguiendo el ejemplo de Paco, conduje de modo prudente a través de la población de Torres- Torres al humeante pelotón, hasta que alcanzamos el término Municipal de Quart de los Valles, para realizar una parada dentro de los muros de la bonita Font de Quart, donde en torno a las nueve de la noche nos esperaba un refrigerio. De nuevo en ruta alcanzamos la playa de Canet de Berenguer, accediendo a una bonita vereda de gigantescos árboles que ennegrecían aún más el oscuro cielo. De allí tomamos una carretera costera, desde la que se podían tocar las tranquilas aguas del Mediterráneo con la mano sin bajar de la moto.
Curva va y curva viene, entramos en Puerto de Sagunto en torno a las diez de la noche y tras aparcar las motos accedimos a las instalaciones del Restaurante San Luis, donde degustamos una suculenta cena, que bien regada por los caldos vinícolas de nuestra tierra caldearon los ánimos. Tras los postres dimos paso a la entrega de agradecimientos a los asistentes de la ruta, que como es tradicional consiste en un cuadro que contiene el cartel de la ruta.
Tras salir del Restaurante, accedimos a las instalaciones del Café Ferrocarril 1880, donde por gentileza de su propietario tomamos un refrigerio… aunque los más jóvenes, tuvieron a bien empalmar el fin de esta nocturna con el inicio de una noche de fiesta.
Un año más Moclava ha cumplido con su cita nocturna; una entrañable ruta que por méritos propios se esta haciendo un hueco en nuestros corazones. Nada más que decirte lo de siempre: que no lo dudes, al año que viene apúntate, por que… ya sabes, quien se apunta lo vive y al que se lo cuentan se lo pierde.
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